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“Mi poesía es esquizofrénica, como la realidad”

Entrevista al poeta Domingo de Ramos

Publicado: 2016-02-16

Cité a Domingo de Ramos en el concurrido Parque Municipal de Barranco, lo avisté sentado en una banca de mármol, corrí hacia él, ni bien me acerqué me increpó con una sonrisa puntiaguda: “La puntualidad no va contigo, querida Tania”. Atiné a abrazarlo.  

Le digo: “leí una entrevista en la que reivindicas a Dios con tu nombre, ¿es cierto?” Él sonríe y responde: “Noooo… sigo siendo ateo”. Así empieza el diálogo con este poeta que nació en Ica, en 1960, y vive en Lima desde los cinco años. Y que evidencia, desde los años de estudiante de Sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, un espíritu rebelde y crítico que sabrá expresar en una poesía urbana combativa y confrontacional, directa, sin tabúes, y con un innegable valor estético, que le ha permitido obtener merecidos reconocimientos de la crítica especializada. Ha publicado: Poemas, 1986; Arquitectura del espanto, 1988; Pastor de perros, 1993; Luna cerrada, 1995; Ósmosis, 1996 (Premio COPE Petroperú); Las cenizas de Altamira, 1999; Erótika de Klase, 2004 (Premio de Poesía Erótica “Carlos Oquendo de Amat”); Pastor de perros (Antología), 2006; Dorada Apocalipsis, 2008; Demolido Fuego, 2010; Cartas desde la azotea, 2011; Lima Pop (Edición Bilingüe italiano- español), 2012 y un libro de ensayo: In-Sufrido fuego (2014, Poesía Reunida; Fondo Editorial del Congreso de la República).



La utopía del poeta


Se dice que todo poeta exorciza su insatisfacción existencial, escribiendo... ¿Esa afirmación es evidente en tu caso?
(Toma aliento) Yo creo que sí. Uno nunca está de acuerdo con la realidad y para eso uno la elude con la imaginación y la poesía para no perecer o cosificarse con lo que está sucediendo.
¿De qué depende que un creador logre plasmar en una obra su utopía, o al menos acercarse a ella?
Yo no sé si uno plasma su utopía en la escritura, pero siempre está en su búsqueda. Más que nada el poeta inserta el caos en el orden, es un provocador y un subversivo por antonomasia. El poeta es un sismógrafo que mide, con sus antenas, todo lo que sucede en la calle; la cuestión está en ubicarte bien para recogerlo.

¿Y cómo graficas poéticamente lo que sucede en la calle?

Mira, cuando escribí Arquitectura del espanto me inspiré en un edificio horrible, de los años 80, de la ex Policía de Investigaciones del Perú (PIP). Lo siniestro de su imagen, iba de la mano con su cometido: era un centro de tortura. Ambos elementos representaban a nuestra caótica sociedad. En cuanto al poemario Pastor de perros, recuerdo que su nombre lo asocié a una especie de visión que tuve sentado en un banco de la Plaza San Martín. Entre borracho y somnoliento vi que desde el fondo del Parque Universitario venía una manada de perros que seguía a un personaje como si éste fuera un pastor. La imagen la asocié a lo mundano: los perros semejaban una comunidad gregaria, primitiva, que recorre la ciudad en búsqueda de protección y amparo. La debilidad de ellos parecía dar fuerza a aquel personaje oscuro, a aquel pastor maniqueo, posible hacedor de entuertos. Construían un tirano a ultranza.

El Movimiento Kloaka

¿Cómo se da tu encuentro con el Movimiento Kloaka?
Yo seguí estudios de Sociología, pero con los recesos y los problemas sociales que se vivía en aquel entonces, dejé la carrera, por lo que comencé una búsqueda personal y me iba a escuchar a la gente de la Facultad de Literatura que disertaba en el Patio de Letras de San Marcos. Allí estaban Dalmacia Ruiz Rosas, Roger Santibáñez, Mariella Dreyfus, y empecé a vincularme con ellos. En ese momento ellos estaban por fundar el Movimiento y es ahí que yo entro.
¿Por qué Kloaka?

En medio de la conversación que teníamos como grupo se dio el nombre, basado en la novela de Ernesto Sábato, Sobre héroes y tumbas; fue un momento existencial porque el personaje principal de esa novela baja al submundo de la sociedad argentina; eso, lo tomamos como referencia para denunciar que en el Perú se vivía una debacle social.

movimiento kloaka

O sea, desde las cloacas sociales, los invisibles, los marginales…
Es que lo subterráneo no se ve. Eso lo denunciamos con una poesía de clase; nos radicalizamos en ese sentido. Ahí se refleja nuestro estado de ánimo que se vivía en esos momentos en medio de la guerra interna, en la que perdí muchos amigos. La guerra interna ya no hizo posible el lenguaje coloquial, tuvimos que ver cómo expresar eso desde la poesía, buscar nuevas formas de lenguaje y simbolizar ese caos que vivíamos.
¿Cuál fue el aporte del MK a la poesía peruana?
Nosotros tuvimos que buscar nuevas formas de simbolizar nuestro lenguaje; la poesía coloquial ya no se justificaba en la década de los 80. Era necesario insertar el grito de la calle, pero no del diurno sino del nocturno, incluido el mundo lumpenesco, donde afloran los lenguajes subterráneos que son invisibles a la realidad y al mundo oficial.
¿Qué cambios produjeron y qué tan radicales fueron esos cambios?

El Movimiento llegó a ser en su momento un referente importante con diversas actividades cuyo eje principal era la integración de todas las artes dirigidas a un público popular... ¡Kloaka llegó a celebrar! Yo creo que eso fue un estado de ánimo que fue válido para su momento y que sirvió para que la literatura se acerque más al público. Para mi esa actitud fue una utopía que nunca se realizó pero al menos se intentó hacer. Floreció el rock subterráneo. Organizamos conciertos, actividades culturales integradoras en Miraflores y en el Centro de Lima, todo era integrado, aunque no era homogéneo… Bueno, nos interesaba explorar. Se llegó al extremo del barroquismo; esa búsqueda resultó una poesía fragmentaria y alucinada de la realidad. Y como decía Rimbaud, hay que hacerse vidente por medio de un largo, inmenso y racional desarreglo de todos los sentidos. La poesía de Kloaka es muy densa. No es muy fácil, exige del lector complicidad y entendimiento de diversas formas, pero aún la poesía se lanza como se pueda entender, ¿no? porque no hay reglas para eso. Queríamos sacar a los personajes ocultos.

mendizabal, mazotti, de ramos,  frisancho, davila y santibañez  en san marcos
foto: juan carlos domínguez.

¿Por qué crees que el MK se fue diluyendo?

La nueva generación no tomó la parte contestataria ni política del Movimiento; sólo la estética, con otra perspectiva, más ligada al reconocimiento. Lo que yo creo es que se vive una crisis, ellos no tienen un referente comprometido; nosotros teníamos a Cuba, al Ché. Para ellos ese modelo ya no funciona y no veo que tengan algo con que alimentar sus utopías.


La poesía y la política

¿Cuál es el lugar de la poesía en la política?
Ni dentro ni fuera de la política. La poesía debe cerca y estar lejos. Eso es. Hay que recordar que el hombre es un animal político por esencia. Y también los poetas amarramos nuestras velas en la política. Aunque cabe advertir que ahora los poetas ya no somos referentes de opinión, antes su opinión era importante para los medios de comunicación, eso se ha reducido. Los que tienen la palabra son los futbolistas, los de la farándula, los políticos impresentables; a nosotros no se atreven a pedirnos una opinión porque somos críticos e incómodos.
¿Por qué crees que hoy, cuando las adversidades sociales, son aún latentes y mayores, no hay un nuevo movimiento poético confrontacional?
Considero que el pragmatismo anuló el alma y el espíritu de los jóvenes para soñar y volver a mirar la revolución como una manera de cambio radical. Por eso no hay un movimiento poético importante en el Perú de hoy. Creo que esto responde a que estamos en un momento de grandes cambios en el mundo, no solo climático, sino espiritual. Estamos en una situación donde se ha anulado la diversidad, en la que hay una única manera de ver las cosas. Priman los intereses financieros sin importar el hombre ni la naturaleza. Y eso no habla muy bien de la economía neoliberal.
¿Sigues pensando que la sociedad peruana es una cloaca?
Sí, es una gran cloaca; sino miremos a nuestros políticos de turno.
Mientras tanto, tu poesía, que conoce los recovecos humanos y el submundo a punta de tu búsqueda propia, seguirá siendo crítica…

Como expresión de mis mundos, la mía es una poesía esquizofrénica muy fragmentada, dislocada como el mundo lo es ante los cambios vertiginosos que se dan día a día. Tiene una relación muy estrecha con la ciudad, más que con otros ámbitos. Uno escribe desde el vacío, la falta y el dolor, sí como la esperanza y el amor. Si se es bueno y se tiene talento eso produce buena poesía. Hay un impulso vital que nos mueve hacia ella.

anuncio de epoca : recital del mk en el celebre bar la catedral


Portada: Marmota Fotografía.


Escrito por

Tania Temoche

Periodista. Egresada de la Maestría Escritura Creativa. Ha publicado poesía, artículos y entrevistas literarias.


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