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Rosa María Calaf

Hay grandes poderes interesados en producir y provocar desconocimiento

Rosa María Calaf y los medios de desinformación

“El buen periodismo vive un momento delicado”

-Rosa María Calaf

Publicado: 2013-06-07

Hace poco vi una entrevista por internet que le hicieron a la periodista española Rosa María Calaf, en la que expresaba su preocupación por los niveles de desinformación en que ha caído la mayoría de medios de comunicación en el mundo. Ella es una periodista nacida en Barcelona, ha laborado por cerca de cuatro décadas en Radiotelevisión Española RTVE, empresa estatal de España. Ha sido corresponsal en Nueva York, Moscú, Buenos Aires, Roma, Viena, Hong Kong y Pekín, hasta el año 2008. Actualmente trabaja como colaboradora en una programación de 13TV de su país natal. Ha recibido varios premios como reconocimiento a su trayectoria profesional, Premio José Couso a la Libertad de Prensa, por su trayectoria profesional libre e independiente; Premio Abaco de Oro al español del año, de la Cámara de Comercio de España en Hong Kong por cobertura del SARS; Premio Club Internacional de Prensa a la mejor labor en el extranjero en 2006; Premio Micrófono de Plata Especial 2001, de la Asociación de profesionales de RTVE, entre otros galardones.

En estos tiempos en que el periodismo informativo, salvo los blogs independientes o la prensa alternativa, han caído en el modelo único de entrega informativa, entiéndase “mismas noticias giran como parte de la aldea global”; para un sector de la población hay una preocupación por lo que se lee, escucha y ve a través de los medios de prensa. Rosa María Calaf, señala que «Hay que desconfiar mucho de los medios convencionales, porque efectivamente se han alineado con el pensamiento único que, como dice Ramonet, es una doctrina viscosa que lo penetra todo; incluso aquellos quienes no estamos de acuerdo terminamos reaccionando y pensando en esa misma línea. Desde hace mucho tiempo se han introducido en las escuelas y universidades, que se hace difícil resistir a todo eso. Lo importante es que el ciudadano deba estar alerta y sepa qué está ocurriendo, hay muchos silencios o muchos estereotipos, por lo que hay que hacer una dieta de medios».

La periodista hace énfasis que estas entregas noticiosas están dirigidas y responden más a un dominio que a un servicio en busca del bienestar social. «Tenemos que pensar que siempre detrás de un mensaje hay alguien que nos lo envía, hay que preguntarse quién es ese alguien, por qué y para qué nos lo envía. Es decir, hay un trabajo detrás de eso. Para ser un ciudadano responsable, se debe ser un lector responsable. Y eso, hay que enseñarlo desde las escuelas, se debe promover en los niños un espíritu crítico. Si solo comemos porquería informativa tendremos un cuerpo social enfermo; el no dejar saber es una forma de dominio, se han sofisticado los sistemas para aplicarlo. Antes los controles eran ideológicos normalmente, hoy, el dominio es más económico que político, para convertir la economía en cuerpo doctrinal, los mercados en brazos armados de ese cuerpo doctrinal, dominar las sociedades y el mundo ya no con balas y armas, conducir a las masas al mismo lugar, a servir a unos pocos y no al servicio del bienestar de las mayorías.»

Del mismo modo, Rosa María Calaf alerta sobre el uso de las redes sociales, pues, «Igual que se puede usar la internet y la tecnología para el conocimiento también se puede usar para el desconocimiento; son muy útiles pero no deben ser utilizadas como medios de rumores y elevarlos a la categoría de la verdad. Hay grandes poderes interesados en producir y provocar desconocimiento, pues lo que no se quiere es una sociedad de ciudadanos que piensen sino una sociedad de ciudadanos que consuman. Por tanto los objetivos son distintos. La fórmula está en reflexionar, no dejarse arrastrar por lo inmediato y siempre hacerse muchas preguntas. Las riendas de nuestras vidas tenemos que llevarlas nosotros y si no nos hacemos preguntas pues alguien va a pensar y decidir por nosotros».

La experimentada periodista opina que la tecnología nos permite participar activamente y tener acceso a la información y conocimiento como jamás en la historia de la humanidad se ha tenido y sostiene que «Tenemos que ser activos con conocimiento, saber y conocer los hechos tal como son, aproximarnos a la verdad, ya sabemos que la verdad nunca es absoluta pero por lo menos, que nos la entreguen de una manera honesta, transparente, plural con respeto del que piensa diferente, si podemos basar nuestra opiniones en hechos contrastados y por tanto que nos llegue con garantía de calidad, es probable que tomemos una decisión adecuada, pero, si nos basamos en hechos tergiversados, desviados, contados a la mitad, es muy probable que tomemos una decisión en base a una información equivocada. Ese juego de la interactividad es muy delicado»

En la actualidad, Calaf es muy pesimista en cuanto a la información que brindan los medios públicos de España. Afirma que les cuesta consolidar lo avanzado a lo largo de los años. «Hemos establecido algo muy perverso y dañino en España, que es el sectarismo y, eso es muy peligroso. El periodismo está mal y está sufriendo amenazas directas que afectan la calidad para hacerle perder credibilidad y por tanto influencia, y que no pueda ejercer su papel de control de los poderes, y eso está claramente diseñado. Y esta característica particular del sectarismo en España, divide a la sociedad en dos partes. Efectivamente, en este momento los medios convencionales están en una relación promiscua con el poder político y económico, su objetivo es básicamente hacer negocios y no de calidad de excelencia informativa, por tanto, su objetivo no es servir a la sociedad sino servirse de la sociedad».

La catalana concluye que, «El periodismo ha sido frivolizado, el hacer creer que se está informando cuando ese está entreteniendo. La tecnología es una buena fórmula para conseguir volver a poner una información de calidad sabiendo que tenemos un riesgo enorme de que no sea así, sí es que no somos capaces de autorregularnos».

Todas estas reflexiones me recuerda al foro “El poder mediático”, que se organizó en el Centro Cultural de San Marcos bajo la dirección de Federico García Hurtado hace algunos años, en el que participaron varios analistas y se discutía el papel de los medios de comunicación en nuestro país, entre ellos, César Lévano y César Hildebrandt; en aquella ocasión oí decir a Hildebrandt que «la mayor corrupción de la prensa es la domesticación, y la domesticación es una invitación constante del sistema y de los gobiernos, pero mucho más del sistema, porque al final de cuentas los gobiernos son episódicos, son eventuales, pero lo que queda es el sistema».

Es cierto que en nuestro país los periódicos de grandes ideas quedaron atrás. Tanto en los medios escritos, radiales y televisivos, el mensaje es uno solo y son los dueños los que deciden la noticia. Los temas policiales son la vedette del día a día, además de las culolatrías en las portadas de algunos diarios de circulación nacional. Entonces la opción será construir una prensa alternativa, profesional y de calidad, como se viene dando desde la internet, marcando así un derrotero inicial en la agenda comunicacional, siendo un reto enorme su masificación.


Escrito por

Tania Temoche

Periodista. Egresada de la Maestría Escritura Creativa. Ha publicado poesía, artículos y entrevistas literarias.


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